Isabel Marant es una casa de moda francesa cuyos orígenes datan de la década de los 90; a la fecha sus tiendas están ubicadas en Paris, Londres, Madrid, Hong Kong, Seúl, Tokio, Los Angeles y New York. Pese a no tener tiendas propias en América Latina, su nombre ha tenido resonancia en estas latitudes, no sólo por sus productos, sino por haber estado en el ojo del huracán en el año 2015, debido a una propuesta de diseño que guardaba estrechas similitudes con los emblemáticos bordados de los artesanos de la población de Oaxaca – México.

Isabel Marant, directora creativa de su marca homónima, hace énfasis en que sus diseños son ante todo reales. El estilismo que propone tiene una orientación dominante hacia el grunge y algunos elementos del casual chic. Así los looks de la firma Marant se destacan por ese aspecto relajado, medio desprolijo.

La colección SS19 que Marant presentó en la pasarela Paris Fashion Week fue fiel a su rastro característico, en consecuencia apostó por siluetas oversize, amplios cuellos de solapa, hombros voluminosos, combinación de tonalidades ice cream, también estuvieron presentes los colores plateado, dorado y plomo metalizado tanto en prendas de vestir como en accesorios y zapatos.

Sin duda el lenguaje de Marant dista del estereotipo francés; desde luego sus creaciones guardan relación estrecha con la época y las circunstancias que marcaron sus orígenes, para muchos su estilo es más americano que europeo y progresivamente se acerca a los intereses y gustos de ciertos nichos de jóvenes asiáticos.

La invitación es a que más allá de nuestras preferencias nos permitamos observar expresiones culturales que marcan el zeitgeist de esta época, de ese modo nos es posible ampliar nuestras perspectivas y establecer desde la diferencia diálogos comprensivos y conciliadores.