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Autoestima de la Moda


El  Espontáneo Arte de Saber Gustar

El Espontáneo Arte de Saber Gustar

“… los buenos modales, no son como dicen y creen algunos, simples frivolidades; se trata por el contrario, de un bien precioso; previenen muchos males reales; crean, embellecen y consolidan amistades; ponen limites al odio, llevan el buen humor y la buena voluntad a las familias, donde la falta de educación y de cortesía es con frecuencia la causa principal de toda discordia…” Lord Chesterfield

En tiempos en los que prima el glamour de las apariencias sobre la belleza de las cosas esenciales un acto de ‘histeria’ acompañado de malos modales se convierte en el detrás de cámaras de una buena foto exhibida en redes sociales; una frase célebre con un tono romántico posteada en medios digitales parece ser la mejor, por no decir la única, forma de expresar cariño a los seres queridos, y un outfit impecable acompañado de un prolijo makeup se torna en el empaque perfecto de un producto vacío.

La pregunta sería ¿por qué no solemos gustar si hacemos un gran esfuerzo por lograrlo? La respuesta es simple: Porque forzamos el sentido del gusto y forzar no es sinónimo de esforzar, son palabras parónimas, es decir, que pese a sonar parecido sus significados guardan una distancia considerable.

Recordemos que somos seres sociales: vivimos, pertenecemos y desempeñamos roles en una sociedad, de ahí que gustar esté implícito en el acto de socializar, en otras palabras, se puede decir que es una acción esencial y un arte, a la vez, en la medida que se vale de la imagen, la materia y el sonido para alcanzar su propósito.

Ahora bien ¿Qué se necesita para gustar? En principio querer gustar. Para gustar conviene tener presente y hacer uso de los buenos modales, los modales se aprenden combinando la observación, la interacción y la ejecución, es decir, si incorporamos los buenos modales a nuestra cotidianidad y con nuestros cercanos inmediatos, progresivamente dejan de ser una carga y se transforman en una acción auténtica que repercute en un trato afable.

El espontáneo arte de saber gustar se hace manifiesto en el tono de la voz, en el contenido del discurso, en los silencios, en la aplicación de las normas de convivencia socialmente aceptadas, en el respeto que se le otorga al tiempo, en la empatía que sentimos por el otro, en la forma en que lucimos y en la soltura con la que expresamos nuestro estilo personal.

La invitación es a que tengamos presente que:

  • El saber gustar nunca pasa de moda.
  • El saber gustar es una acción auténtica que trasciende al glamour de las apariencias y que de principio a fin se traduce en algo agradable.
  • El saber gustar está lejos de ser un acto de servilismo.
  • El espontáneo arte de saber gustar válida que tengamos diferentes formas de pensar y de darle vida a esos pensamientos.

Photo by: Cami Cruz

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