“La fe no hace que las cosas sean fáciles, hace que sean posibles” Lucas 1:37

A propósito de la celebración de la Semana Santa, he considerado preciso dedicar este post al tema de la espiritualidad. Tengamos presente que la espiritualidad es otra de las áreas sobre las que se cimenta el desarrollo integral del ser y, en ese sentido, contribuye al fortalecimiento de la autoestima.

Como es natural existen diferentes definiciones para la palabra espiritualidad, nosotros tomaremos como referente aquellas que la relacionan con una entidad no corpórea, que alude a una especie de conexión con un ser superior y que implica la práctica de una ‘virtud’, que enaltece a las personas en la medida que les permite experimentar estados de bienestar y liberación.

Recordemos que la espiritualidad nos diferencia de los demás animales, nos concede sentido de trascendencia y enriquece nuestra experiencia existencial. Podemos señalar que alimentar el espíritu es tan importante como alimentar el cuerpo, es decir, que es tarea de todos los días, sin embargo, las demandas cotidianas hacen que muchas veces nos olvidemos de esta área de nuestras vidas o que la alimentemos de la forma incorrecta, de manera similar a como hacemos con nuestro cuerpo, le damos comida carente de nutrientes, en las cantidades no indicadas.

En consonancia con lo enunciado, puntualicemos en los siguientes aspectos: Número uno, las prácticas de nuestra espiritualidad están ligadas a nuestra cultura, a nuestra crianza y a nuestras creencias. Número dos, enriquecer nuestra espiritualidad es tarea de todos los días, implica un espacio, un tiempo y una dedicación exclusiva. Número tres, la espiritualidad se puede edificar sobre tres pilares: la gratitud, el perdón y el amor.

Por último quiero hacer énfasis en que es perentorio creer desde el corazón, que es importante establecer lazos sólidos con ese ser superior, para mi, llamado Dios, que esos lazos se fortalecen a través del establecimiento y del respeto de los ejercicios espirituales, en mi caso, los llamo oración y lo más importante es entender que todo esto tiene sentido, sencillamente es cuestión de fe.